Romanticismo
Autores: Félix y Raquel
La trashumancia, los largos recorridos de pastores guiando a sus rebaños en busca de pastos, es una actividad ancestral que se
realiza en todo el mundo desde tiempos inmemoriales. Entre las ruinas, un poeta romántico, busca inspiración mientras ve pasar
al ganado.
Si pusiéramos un color al Romanticismo, no sería el rosa, más bien, habría que elegir el granate: rojo y negro, pasión y misterio. Este movimiento artístico de finales del siglo XVIII y principios del XIX , fue, ante todo, una actitud vital marcada por el idealismo y la subjetividad.
Permanentemente insatisfechos con su contexto social, político y cultural, los artistas románticos fueron unos rebeldes que rechazaron con su vida y con su obra, el imperio de la razón. En busca de lo absoluto, lo inalcanzable y la libertad, se acercaron y recrearon mundos
exóticos y misteriosos en los que la imaginación no encontraba impedimentos, como la literatura popular con sus leyendas y canciones, no contaminadas por las normas clásicas y académicas. Al escribir, los románticos evocan esos lugares legendarios desde una recreación personal de ambientes y personajes solitarios para potenciar lo inquietante y la imaginación. Incluso los
paisajes, como las ruinas o la inmensidad de la naturaleza, se convierten para ellos en reflejo de su alma melancólica y apasionada.
Si ahora quieres conocer mejor el mundo de los románticos y sus misterios, puedes leer Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer o la poesía de Rosalía de Castro.