Con mi especial agradecimiento a Steiner sin cuyo concurso esto no habría lucido nada.
Las Corsarias.
Con este mismo título existe una popular zarzuela con música del maestro Alonso que causó furor en su época, destaca en ella el pasodoble Banderita que se convirtió en el himno oficioso del ejército español destacado en Marruecos.
Pero además de aludir a una zarzuela las corsarias rinde homenaje a aquellas mujeres que, por diferentes circunstancias, ejercieron la piratería a lo largo de la historia, la literatura o el cine. Parece que de esta “profesión” se tiene una imagen masculina, sin embargo no es así siempre.
Emilio Salgari dedicó un ciclo de sus novelas a los piratas del Caribe en el que dedicó una novela a Yolanda, la hija del Corsario Negro. En el cine recordamos la película La Isla de las Cabezas Cortadas cuya protagonista era una mujer pirata y también en la saga de Piratas del Caribe han cobrado mucho protagonismo las mujeres como piratas.
Pero no todo es fantasía o ficción, en la historia existieron corsarias, bucaneras, filibusteras… como son los casos de Avilda, princesa sueca, que lideró una tripulación de mujeres y se dedicó a la piratería en las costas danesas. También en la Edad Media se tienen noticias de otra sueca: Sigrid. Las noruegas Rusla y Aasa. Freydis la hija de Erik el Rojo. O la aristócrata francesa Jeanne de Montfort.
Durante los Siglos XVI a XVIII, destacaron varias, como el caso de la sultana Sidá al-Hurra; la inglesa Juana la Negra; la irlandesa Grace O’Malley; también irlandesa Anne Bonny; la angloirlandesa Mary Read; la negrera lisboeta María Cruz; la rusa Vanda y la china Ching Shih.
En éste diorama representamos a las corsarias capitaneadas por Rosi, la Condesita, navegando en medio de una tempestad.