A lo largo de nuestra infancia, hemos jugado con distintos juguetes englobados en la categoría de figuras de acción (la propia palabra figura ya nos está marcando esa generalidad), dentro de la cual tendrían cabida los madelman, los airgamboys, los gijoe, etc. Si bien Playmobil -al igual que Lego- tiene un fuerte componente como juguete de construcción, es innegable también esa vertiente lúdica relacionado con la acción.
Por otro lado, hay cierta tendencia entre los aficionados y coleccionistas de Playmobil a llamar muñecos, o incluso kekos (algo que siempre me ha sonado cursi y ñoño) a las figuras playmobil, cuando estas poseen desde que se crearon su propio nombre: klicky o click, que sería la "versión española" de la palabra alemana. Desde que llegaron a España de la mano de Famosa, siempre fueron los clicks de Famobil. Posteriormente, tras la desaparición de esta marca, los clicks de Playmobil.
¿Qué un click es una figura y también es un muñeco? Por supuesto, como lo son un lego, un pinypon o un gijoe. Pero ya que nuestros pequeños amigos de 7,5 cms. tienen su propio nombre y así les bautizaron sus creadores ¿por qué no llamarlos por su propio nombre? Así es como los conocimos aquellas generaciones de niños que empezamos a jugar con ellos cuando llegaron a España a mediados de los setenta del siglo pasado y las que posteriormente siguieron jugando con ellos en los primeros años del XXI. Entiendo que para quienes los hayan conocido simplemente como Playmobil incluso desconozcan toda esa historia y lo simbólico del nombre. Pero para mí, estos "pequeñajos" son y serán siempre clicks.