Comienza mi desayuno, oh mi maldito desayuno! Yo antes era feliz podía optar por tostadas, con mermelada y mantequilla o alguna galleta ocasional. Pero hace 3 meses que soy un esclavo del príncipe, sí como lees en pleno 2017 soy esclavo. La maldita casa bekelauer me tiene condenado a sus galletas. Harto estoy de su sabor con la esquiva promesa de liberación cuando el momento ganador así se le antoje. Mientras tanto mi figura ha cambiado y tú oh odioso príncipe sigues muy sonriente en la web obsequiándome papeles inútiles.
Pero no todo es tan aciago ahora he incorporado a mi dieta unas galletas de gengibre, muy sabrosas y sin aceite de palma. Todo sea para cortar con el cacao que ya me sale por la orejas...
Cuando me atraganto con tanto masacote que mejor que un trago de Aquarel kids, todo sea por la salud, de la marca vamos.
Yo estaba preocupado por tanta ingesta de harinas pero los dioses son benignos y me han mandado una nueva promoción esta mucho más saludable: yogures!!!!
Así que mi dieta se resume a galletas príncipe, galletas de gengibre y bajamos todo con una acuarel y de postre un sano sanísimo yogurth.
Con tanta azúcar, pues nada, que me preocupa mi dentadura. Que todo tiene un precio, después de tantos placeres culinarios. Otra vez los dioses se acuerdan de este pobre mortal : Mi dentadura esta a salvo gracias a la pasta kin y los súper 4.
Un alivio después de todo. Igual yo sigo implorando un promoción de cruz campo que el gusto de acuarel ya me ha cansao. Quién sabe a lo mejor los dioses son benignos una vez más...