La evolución hacia la alegoría del triunfo de la cruz sobre la muerte se mantiene en el Santo Entierro de Sevilla, y a pesar de estar extendida también en la provincia, solo tres hermandades la conservan. La Soledad de Alcalá del Río es una de ellas. No se conoce la fecha de su inclusión en la cofradía, aunque en 1844 la canina –atribuida a Juan de Astorga– ya aparece como iconografía consolidada en la estación de penitencia, mantenida hasta la actualidad, siempre portada por jóvenes.
En un pequeño paso de caoba iluminado por hachones, la canina, con la mano en la mejilla, se muestra derrotada ante la cruz con las escaleras, de la que penden dos sudarios. Uno de ellos exhibe la leyenda Mors Morten Superávit –la muerte venció a la propia muerte–, sentencia que certifica el triunfo de Jesús venciendo a la muerte con la resurrección tras pasar por la cruz. Porta en su mano una guadaña y aparece acompañada de un dragón con forma de serpiente con una manzana en su boca, que representa al pecado. Sobre una agreste peña, se exorna con hiedra, cardos y pitas. Como curiosidad, esta canina sustenta la cabeza con la mano izquierda y porta la guadaña en la derecha, cuando en el resto de representaciones es al contrario.