Como puede inferirse fácilmente del título del hilo aquí quiero exponer a los miembros del clero, masculino y femenino que poseo.
Lo primero será hacer una distinción básica, hay un clero llamado regular y otro secular, sus nombres vienen de aquellos que viven en el siglo (mundo) y por eso llamados seculares, son sacerdotes, diáconos, párrocos, coadjutores, arciprestes, obispos... cuya vida se desenvuelve mezclada en el mundo que los circunda y en relación con la demás personas sean o no clérigos. Por contra tenemos a los denominados clero regular que son aquellos que se hayan sujetos a una regla.
Los miembros del clero regular viven en comunidades y se mantienen más o menos aparatados del siglo, esto es muy riguroso para los monjes, mucho menos para los frailes y nada para los jesuitas.
La Iglesia ha reconocido a lo largo de los siglos cuatro reglas:
Regla de San Basilio, aplicada al monacato oriental, cuando hablamos de clero oriental no nos referimos a los Ortodoxos, pues existen los católicos orientales de obediencia romana pero que forman un rito propio y diferenciado del romano.
Regla de San Benito, esta es la propia del monacato occidental, los benedictinos que tuvieron una reforma que dio lugar a los de Cluny o cluniacenses (monjes negros), a su vez tuvieron otra reforma que dio lugar a los del Císter o cistercienses (monjes blancos). El lema de la familia benedictina es Ora et Labora y su vida se desarrollaba en abadías lejos de las poblaciones.
Regla de San Francisco de Asís, los franciscanos (observantes, menores, terceros, capuchinos...) nacidos en el siglo XIII son los frailes mendicantes (de mendicidad) que viven cerca de las poblaciones en conventos o monasterios, viviendo de la limosna y predicando el Evangelio.
Regla de santo Domingo de Guzmán, los dominicos que conforman la Orden de Predicadores y que se consagran al estudio y la predicación para combatir la herejía y las malas costumbres. También surgen durante el siglo XIII y su primera gran acción en contra los cátaros en el sur de la actual Francia, que culminó con la cruzada contra los cátaros que capitaneó Simón de Montfort.
Todas estas reglas han dado lugar a los tres votos de Pobreza, Obediencia y Castidad y en su seno existen tres órdenes, la masculina (orden primera), la femenina o monjas (orden segunda) y seglares, osea no religiosos, que se adscriben a una de estas reglas y conocidos como orden tercera.
Regla de san Ignacio de Loyola. Habrá que esperar al sigo XVI para la admisión en la Iglesia de una quinta y última regla, los jesuitas. La compañía de Jesús presenta una ruptura con la sotras cuatro vistas hasta ahora. No hay vida en comunidad, convento, monasterio o abadía, no hay rezo conjunto de coro de las horas canónicas, no tiene orden segunda ni tercera y además de los tres votos clásicos incorporan un cuatro de obediencia directa al Papa en las misiones que éste les encomiende. Sus miembros pùeden vivir solos sin formar comunidad como los sacerdotes seculares.
Así pues los Basilios, Benedictinos, Franciscanos, Dominicos y Jesuitas forman las órdenes religiosas, mientras que el resto del clero regular que no tiene regla propia y crea un instituto de vida consagrada al amparo de alguna de estas cinco son las llamadas congregaciones religiosas. El Código de Derecho Canónico de 1983 suprimió esta diferencia y en la actualidad ya no se diferencian órdenes y congregaciones.
Así pues hecha esta introducción veremos a los diferentes miembros del clero que conforman mi colección.
Atte.s.s.s.