Los uniformes de tipo francés eran muy populares a mediados del Siglo XIX y es que París no sólo imponía la moda femenina, también la militar.
Habían adquirido enorme popularidad los zuavos, que originariamente eran tropas formadas por nativos argelinos de la tribu de los zouaoua, con el tiempo dejaron de ser nativos y estas unidades se conformaron por europeos, eso sí siguieron vistiendo a la usanza árabe de los originarios.
El quepí (kepí) fue una prenda absolutamente popular en ambos bandos durante la Guerra de Secesión y obviamente eran de clara inspiración francesa.
Parece ser que en ambos bandos contendientes las unidades de voluntarios estaban facultadas para elegir y diseñar sus propios uniformes lo que nos da una amplia gama de uniformes, colores, diseños... Destacaban de forma especial los músicos militares que fieles a su tradición en todos los ejércitos solían llevar los uniformes más espectaculares.
En medio de ambos ejércitos destacaban por su atuendo pintoresco las unidades de zuavos, unos copiaron el modelo francés casi con toda exactitud. Aunque hubo muchísimos regimientos de zuavos en la Unión no nos puede extrañar la enorme popularidad que gozaron en los estados de la Confederación ya que muchos de ellos eran ex-colonias francesas y entre sus habitantes había muchos francófonos.
Yo me he fijado y he elegido a los de McClellan de Carolina del Sur, he conformado con ellos un regimiento vestido con el uniforme de combate.
Atte.s.s.s.
Datos extraídos del libro de René North "Uniforme militares 1686-1918" de la Editorial Bruguera, 1972.