El trigal de Gettysburg, 1863 Para comenzar con esto, he escogido una de las fotos que más me convenció el resultado a la hora de retratar un diorama maravilloso como fue el de Gettysburg.
Cuando fotografío dioramas, una técnica que me encanta utilizar es la de tomar las fotos desde una perspectiva que permita observar a los muñecos como si el
espectador fuera uno más, desde una
perspectiva baja. Este es un claro ejemplo de ello.
En la foto, puede parecer que el espectador está en una de las pequeñas colinas o mesetas del diorama, viendo como las tropas confederadas van avanzando por los trigales. No se ve más allá de las casas y árboles del otro lado, no se sabe qué es lo que realmente les espera allí. Le da un valor más realista. Cierta incertidumbre.
No es una foto de las típicas de dioramas de vista aérea en la que puedes observar todo lo que está sucediendo a la vez, es una visión más cercana que invita a ponerse en el lugar de los muñecos en el propio diorama.
Habiendo hablado ya de la perspectiva, un parámetro fotográfico más a destacar es el
enfoque de la escena.
Como puede observarse, la parte enfocada de la imagen es la central, la primera, pero sobre todo la segunda fila de confederados del trigal. Así, los que están en un primer plano quedan algo desenfocados, mientras que el fondo queda totalmente desenfocado. Con ello, se permite ahondar en la sensación de realidad de la imagen, de transportar al espectador a la escena.
La
vista al ver una fotografía tiende directamente a ir a la zona enfocada, y después a merodear por el resto de elementos que vayan llamando la atención. Aquí el espectador se fija en las dos líneas de soldados que avanzan por el trigal, en primer lugar, para posteriormente ir avanzando con la mirada hacia la arboleda y las casas, más concretamente a la zona de la bandera federal, lugar hacia el que marchan los confederados.
Otro hecho de agradecer para sumergirse en la escena y del cual no puedo concederme méritos pero sí me gustaría recalcar es la disparidad de los muñecos, todos los confederados son únicos e independientes entre sí. Una amalgama de uniformes y detalles. Pese a llevar todos ellos, el uniforme gris característico, los pañuelos y pequeños accesorios les hacen ser diferentes. Es un
valor añadido para la fotografía.
Con todo esto explicado, en mi opinión, es una imagen que traslada a la escena de Gettysburg, pareciendo que fuera una fotografía de guerra, tomada por un fotógrafo in situ, en el propio momento de la batalla… claro está, si ese fotógrafo del 1863 tuviera una cámara réflex como las actuales y un teleobjetivo para enfocar a tanta distancia lo que está ocurriendo…
Quizás por ser un apasionado de los vídeos, sobre todo de los históricos, al ver una fotografía que representa un hecho histórico me la imagino con los
sonidos propios de la escena: disparos y cañonazos, tambores y flautas de las columnas confederadas avanzando, gritos y pasos firmes de los soldados…
R.