El muro derruido de San Juan de AcreEn esta imagen, haremos mención a varias de las cualidades y ctécinicas de las que, habitualmente hablamos. Sin embargo, en primer lugar, debemos destacar la característica principal que diferencia esta imagen de las anteriormente presentadas: el formato.
En efecto, como a simple vista puede comprobarse, se trata de una fotografía tomada verticalmente, con
formato vertical. Esto no está hecho porque sí, tiene su explicación y sentido. Al utilizar este formato, se consigue, por un lado, en cuadrar perfectamente las torres y el muro por completo, sin que éstos puedan quedar cortados o lo contrario, sin tener que abarcar demasiado espacio innecesario por los laterales para no cortarlas, tal y como se haría con un formato horizontal. Además, de acompañar la verticalidad de las torres, el formato proporciona un mayor dinamismo visual, puesto que permite retratar diversos planos verticales. Habitualmente, como pasaba en la fotografía de la calle de Berlín, pueden existir muchas escenas y diferentes planos basados en la profundidad de campo, pero horizontalmente. En este caso, las escenas son de abajo hacia arriba, en ascenso. Los escombros del muro derruido, los árabes entrando en la muralla, la torre, los cristianos defendiéndola, y las banderas en su tope. La mirada, a diferencia de en la mayoría de las fotografías anteriores, recorre la imagen verticalmente.
Otro apartado a destacar que me parece interesante es la diagonal que describe la muralla. No se trata de una representación totalmente frontal de la muralla, ni de una lateral que sólo se vea una torre, no. Se trata de darle un poco de ángulo, ayudándonos de la profundidad de campo que conseguimos con el objetivo, desenfocando la zona más alejada y la más cercana. Así, como ya sabemos, se consigue focalizar la imagen del espectador en la zona central, donde recae todo el protagonismo de la escena: los árabes entrando por la muralla. Así, el hecho interesante que conseguimos es que es espectador no ve lo que les espera al otro lado del muro. Sólo percibe a los musulmanes entrando por los escombros y el hueco abierto, pero no adivina qué hay más allá. Está tapado por el primer plano del muro difuminado. Además, de un musulmán subido en la escalera, también desenfocado que ayuda a crear dicha profundidad.