Aquel dos de Mayo de 1808 los madrileños, doña María del Mar, usaron cuanto tuvieron a mano, horcas, cuchillos, macetas y hasta escobas, esa señora que usted dice más que defenderse va decidida a atacar a un fusilero francés.
Fíjese usted si usaron de todo, que se cuenta, que a una jovencita (17 años) llamada Manuela Malasaña la fusilaron por llevar encima unas tijeras y es que trabajaba en un taller de bordado.
Lo de Manuela Malasaña y lo de su padre pudo ser verdad o mentira, da igual, lo que importa es que son el fiel reflejo de lo que el pueblo de Madrid vivió en aquella fecha y lo que en los años siguientes se vivió en toda España, el pueblo llano, sencillo, trabajador y honesto se dispuso a defender la Patria y no fue un error, ni eran cerriles, ni preferían el absolutismo y las cadenas a la libertad, es que como pensaba el eminente Jovellanos todo aquello de la libertad, la igualdad y la fraternidad estaba muy bien, pero por voluntad de los españoles y no por imposición de nadie y menos de los gabachos invasores.
Entre los muchos episodios que se dieron por todo Madrid, aquí el compañero Cabezatablón ha querido centrarse en la defensa del cuartel de artillería de Monteleón, a cuyo frente estuvieron los capitanes Pedro Velarde y Luis Daoiz que dieron sus vidas en aquel lugar.
Atte.s.s.s.q.b.s.m.