Hay muchos milagros de San Isidro, hoy quiero centrarme en uno de ellos, el del pozo.
Habría, como en todas las casas de la época, un pozo en la de los Vargas familia para los que trabajaba San Isidro, y avisaron a San Isidro que su hijo (San Illán) se había caído en él, el pozo era profundo y el niño pequeño. Desesperada estaba la madre (Santa María de la Cabeza) y desesperados estaban todos en la casa que se temían lo peor.
Llegó San Isidro al pozo y se obró el milagro de tal manera que el agua subió hasta el brocal del pozo y flotando, sano y salvo, el niño al que los amorosos brazos maternos sacaron del agua.
Dicho pozo está en lo que hoy es el museo de los Orígenes de Madrid, edificado sobre la casa de los Vargas.
Atte.s.s.s.