Para los coleccionistas de promocionales y llaveros, podríamos hablar de Malta como un duro hueso de roer. Si hubiera un curso de especialidad de una hipotética carrera de Coleccionista de Rarezas de Playmobil, este sería, sin duda, el mercado maltés.
Geobra se establece en Malta en 1971. El aumento de los costes laborales y la falta de mano de obra en la Alemania de finales de los setenta había llevado a sus directivos a plantearse el traslado de parte de la producción a otro país más “atractivo”. Será la primera empresa alemana que ponga sus pies en la hasta hacía unos años colonia británica. Posteriormente, varias decenas más desembarcarán y se establecerán en la isla. La presencia alemana en Malta será tan importante, que en marzo de 2003 se creará la Cámara de Comercio Germano-Maltesa, en un acto celebrado en los locales de la gran institución de fomento de las relaciones entre Alemania y Malta, el Círculo Germano-Maltés, fundado en 1962.
La fábrica de Geobra en Malta comenzará a fabricar distintos juguetes de plástico (teléfonos, cajas registradores, etc.) Si bien, en 1974 se tomará ya la decisión de dedicarla exclusivamente a la fabricación de unos nuevos muñecos de 7,5 centímetros. Desde ese momento, toda la producción mundial de figuras Playmobil para todos los sets recaerá en esta factoría.
En febrero de ese mismo año, una joven nacida en Zirndorf, y que llevaba trabajando desde 1968 para la empresa de Horst Brandstätter, es enviada a Malta para hacerse cargo de la Gerencia de la fábrica del Grupo Brandstätter en la isla. Dos años después, en 1976, asumirá la Dirección General de la fábrica. Y, en 1982, será nombrada Presidenta, cargo en el que permanecerá más de 30 años. Estamos hablando, cómo no, de Helga Ellul, toda una institución dentro y fuera del Grupo Brandstäterr, como veremos a continuación. Su figura también es clave para entender el origen de buena parte de los promocionales malteses de Playmobil.
Esta alemana apasionada del golf, pronto se convertirá en un referente empresarial en Malta. Su compromiso con los intereses empresariales y laborales de aquel país la llevarían, en 1993, a ser la primera persona no maltesa galardonada con la Orden Nacional Maltesa del Mérito. En 2009, también sería elegida primera Presidenta de la Cámara de Comercio, Empresa e Industria de Malta. Además, era miembro de otras importantes e influyentes instituciones de la sociedad maltesa, como el Círculo Germano-Maltés, el Royal Malta Golf Club o el Rotary Club, del cual llegó a ser también Vicepresidenta. No es de extrañar, por tanto, que de todas esas instituciones existan llaveros o figuras promocionales.