Tengo que trabajar más la empatía con los coleccionistas, está claro.
La verdad es que llega un momento es que no sé si eran mejor las cajas que el contenido, por los dioramas y escenas digo ¿esto es el comienzo del síndrome del cartonero?Atte.s.s.s.
Y es por esta última imagen por la que tengo yo un trauma que me lleva a comprarme cada vagón de esos naranjas que veo